miércoles, 30 de junio de 2010

Un Estatuto que ahonda en los errores



El 28 de Junio de 2010 se emite la sentencia sobre el Estatuto de Cataluña. Tras cuatro años de deliberaciones, el Tribunal Constitucional avala un Estatuto Autonómico, con 15 artículos declarados inconstitucionales, ¿Cómo se explica esto? Sería de lógica que un texto con una quincena de preceptos inconstitucionales y 27 sometidos a interpretación, fuera considerado inconstitucional. Pues no, se ha conseguido así la cuadratura del círculo.

A día de hoy, en plena crisis económico-política, cuando nos estamos replanteando el modelo de Estado -pues estamos todos de acuerdo en que el actual modelo de las autonomías no es un modelo viable para el bienestar social de nuestro país-, la aplicación del Estatuto de Cataluña y aquellos que lo sucederán como el valenciano vía “cláusula Camps”, no hace más que ahondar en un modelo definitivamente confederal, injusto y deficitario que acentúa aquellos puntos que han llevado prácticamente a la quiebra económica a este país.

Si bien el PSOE se ha apresurado a reivindicar la paternidad de este Estatuto Autonómico, el PP no es menos responsable del resultado de este texto, aunque ahora se esconda bajo el caparazón, como si de un caracol se tratara, por miedo a un desencanto electoral en las próximas elecciones catalanas. Cabe recordar que la politización de la justicia, que han hecho efectiva los dos partidos ¿nacionales? de este país, ha sido la principal responsable de esta película de incierto desenlace. Jueces conservadores y jueces progresistas, no han sido capaces de hacer prevalecer los intereses de los ciudadanos españoles, a los intereses puramente políticos y partidistas.

No obstante y lejos de contentar a nadie, tras la sentencia se han apresurado los acontecimientos, viendo así como CIU anunciaba el comienzo de la autodeterminación, con este Estatuto como argumento o viendo como, en un acto de profunda irresponsabilidad, el presidente socialista de la Generalitat, el Sr. Montilla anuncia movilizaciones en las calles, para dejar constancia de su desacuerdo con dicha sentencia. Pese a esto, todos sabemos que lo que hace CIU es tratar de dejar en un segundo plano los casos de corrupción que le salpican (Palau, caso Millet), al igual que Montilla trata de movilizar su electorado para no perder las elecciones, como auguran todas las encuestas.

La aplicación del Estatuto de Cataluña, consolida aquello que desde UPyD insistimos que hay que reformar para que nuestro estado del bienestar sea sostenible en el tiempo. El actual Estatuto de Autonomía Catalán, profundiza en la fragmentación del mercado interior; insiste en la imposibilidad de libre circulación de los ciudadanos españoles por el territorio nacional, como el caso conocido en Biar y por el cual ha sido denunciada la Generalitat Valenciana; pone en cuestión la Constitución Española que refrendamos todos los españoles; crea inseguridad jurídica a las empresas que se instalan en la Comunidad Autónoma Catalana y al conjunto de sus ciudadanos; incide en el empobrecimiento de la educación pública, mientras sus gobernantes matriculan a sus hijos en colegios alemanes, etc. La “clase” política actual, está ocupada en trabajar por salvar sus “chiringuitos”, en lugar de salvar de esta profunda crisis a los ciudadanos, que es a quienes se deben.

Desde Unión Progreso y Democracia seguimos pensando que el actual modelo autonómico es perjudicial para los intereses del conjunto de los ciudadanos españoles y que el modelo confederal que supone el actual Estatuto de Cataluña no hace más que insistir en un modelo económico y político injusto, ineficaz, insolidario y que bajo la reivindicación de más autonomía, consolida más si cabe un sistema de castas privilegiadas.

Solo queda esperar que, en un acto de responsabilidad, nuestros políticos valencianos no aprovechen esta deriva confederalista para hacer efectiva la llamada “cláusula Camps” al grito de “yo como el que más”.

2 comentarios:

  1. ESTATUT Y CRISIS.

    Rafael del Barco Carreras

    30-06-10. El gran problema; el BCE amenaza con cortar lo que en España llaman LIQUIDEZ, y en Europa, el insondable pozo sin fondo español. Los alemanes amenazan con salirse del euro. Las quebradas instituciones españolas un peligro para la Unión, y en concreto para Alemania y Francia por acreedores y socios. Y si añadimos la noticia de que la Generalitat no puede captar mil millones de euros para pagar intereses, renovar créditos y arrastrar déficit, ni con el aval del Estado (crédito que sindica LA CAIXA) tendremos la razón del discurso político actual. Es de suponer que “sindicar” significa que ya se le debe a La Caixa, y otros muchos, con más miles de millones.

    En cuanto a otro de tantos problemas fabricados por nuestros políticos, EL ESTATUT, ignoro que es más preocupante; si que un llamado Tribunal, el Constitucional, deba consensuar la sentencia con las partes litigantes, o que esas partes se resuman en Cataluña en dos personajes, Artur Mas y Josep Montilla, amenazando con catástrofes unos días, y otros con pacíficas manifestaciones masivas. ¿Pueden movilizar a la mayoría? ¿La mayoría, que no se ha movilizado por las corrupciones y corruptos que representan, les sigue?

    Ni Montilla, con Zapatero de dirimente (que en teoría le puede echar de la Política, a él y a su mujer, suma de sueldos multimillonarios), y cabeza de unos profesionales de esa Política (PSE) enfangados en la GRAN CORRUPCIÓN o fraude inmobiliario-financiero, ni Más, o sea, Jordi Pujol (ambición de Poder y negocios) son los mejores o adecuados litigantes para ese pleito.

    Desde que hace cuatro años obtuvieron ese Estatut, en unas urnas condicionadas por la abstención, las prioridades de los votantes, y en especial las de los no votantes, han variado. La Crisis, muy palpable en Cataluña, y la toma de conciencia del femoral corrupto de la Política y sus consecuencias, altera conceptos y posibles votos. Braman desde la inseguridad. Y jugar con el respetable sentimiento catalanista, como contra cualquier credo, lanzando masas a la calle, es en este caso, más una obligación de corruptos que una razón patriótica. Convertirse en líderes del catalanismo, repartido en un 20% de independentistas y el 80% de la población basculando entre el romanticismo contra el Poder Central, con el Barça, la senyera y el catalán de banderas, con el primero de sus problemas la subsistencia diaria, pero con mayoría antiindependentista por el simple hecho de ni haber nacido en Cataluña, no parece que les otorgue demasiado liderato.

    Simplemente son unos farsantes que enfangados en el gran fraude financiero-inmobiliario se lanzarían a cualquier barbaridad antes de que la Historia, que no les debió crear, los barra demostrando la putrefacción en la que se asientan y viven como marajás.

    Ese ESTATUT ya no interesa a nadie, o por lo menos no interesa al 80% de la población. Y lo que realmente interesa, el paro, la inseguridad, los recortes salariales y sociales, impuestos, la corrupción, la quiebra generalizada, la improvisación, no lo solucionarán quienes las crearon por avaricia, o pura delincuencia, hasta el total vaciado de caixas y bancos, y endeudando a las instituciones más allá de cualquier posibilidad de pago.

    El catalanismo, tal como lo han practicado Pujol y los suyos, o ese Socialismo, subido al mismo carro, pero que parece la Falange franquista entre el discurso populista y la depredación de sus dirigentes, enturbia el panorama pero no generará la catástrofe que predican los vividores de la Política. La catástrofe son ellos mismos, y la porquería que nos rodea.

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  2. Magnífico texto Rafael.
    Un saludo.

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