lunes, 31 de agosto de 2009

De Constantinopla a España, de Constantino a Zapatero

Fue durante el S.I d.C., concretamente entre los años 312 y 324, cuando la zona Oeste del Imperio Romano gobernaba Constantino. La tendencia, encaminaba el Imperio hacia un gobierno monárquico donde se enaltecía la figura del emperador, en una corte empachada de lujos y derroche, donde Constantino era el primer eslabón de una amplia cadena de burócratas aristocráticos. La sede del Gobierno imperial se estableció en una nueva ciudad, enclavada en la antigua colonia griega de Bizancio, que se llamó Constantinopla.
Sería una osadía asegurar un punto de origen en la decadencia del Imperio Romano, cuando prestigiosos historiadores de todo el mundo y todas las épocas, no son capaces de ponerse de acuerdo al respecto. Pero sí podemos analizar las consecuencias socio-políticas que originan la fragmentación de dicho Imperio y las similitudes, no pocas, que se observan actualmente en nuestro propio país.
La fragmentación del Imperio Romano por parte de Constantino, se llevó a cabo para la gobernabilidad de sus hijos Constante, Constancio II y Constantino II, a demás de sus sobrinos Damalcio y Hanibalieno, unido al malestar popular provocado por un desenfrenado despilfarro de recursos económicos, puede darnos la clave para entender la caída de Roma y, por qué no, para aprender de ello.

Analizando el actual modelo geo-político de España, podemos asegurar que la fragmentación territorial, no es más que el reparto de prebendas entre poderosos, que con el pretexto de acercar la política a los ciudadanos, no hace más que enriquecer una clase política voraz e insaciable con los recursos económicos que adquieren gracias al pueblo.
Al rededor del sistema autonómico, defendido por los que se suponen principales partidos nacionales ( PP y PSOE ), se han atrincherado los partidos nacionalistas, a la espera del debilitamiento del país, para llevar a cabo su ofensiva nacionalista, al igual que pasara en las fronteras romanas con los distintos "pueblos bárbaros". Pueblos alimentados por la propia Roma, que no hacían más que esperar el momento de su conquista, mientras endurecían sus pretensiones económicas, para forzar dicha situación.
El actual modelo autonómico, que no hace más que alimentar los nacionalismos radicales, empobrece al ciudadano español. Las cifras de este modelo, son absolutamente demenciales y más aun, en la situación que nos encontramos actualmente, con una deuda desbocada, unas tasas de paro históricas y un modelo económico y político, caducado hace ya demasiado tiempo.
Durante el 2008, a falta de confirmar las cifras de este 2009, el gasto que nos han supuesto las autonomías ha sido de 40.000 millones de euros sólo en nóminas de funcionarios, dejando a un lado las "características diferenciales", de aquellas autonomías que no hacen más que magnificarlas, para sacar un pellizquito más.
Con un número de diputados de 1250 a 50.000€/año bruto, 17 presidentes autonómicos a 1,43 millones de euros bruto, 1,4 millones de funcionarios a 30.000€/año bruto... por si esto parece poco, hay que seguir sumando 11 vicepresidentes, 7 consejeros vicepresidentes y 206 consejeros.
Este entramado de cargos y empleados públicos, supone un gasto anual que incrementa a medida que pasan los años y que dependiendo en que comunidades, se ven más o mucho más beneficiados. Mientras tanto, el paro en España se encamina a las 5 millones de personas.
Un modelo granado de altos cargos, con coches oficiales, tarjetas de crédito, dietas, etc... etc... nos hace creer que nos acerca la política, cuando lo único que pretende es repartirse los recursos económicos de los pueblos entre 4 amigos que cada día suman más.
Según las noticias que están apareciendo estos días y en "respuesta" a la actual crisis, es inminente una subida de impuestos para este próximo año 2010. El partido del gobierno se "mea" en la cara de la gente y les hacen creer que llueve.

Tal cual aseguró la paz momentánea el Emperador Teodosio, pactando un trato de favor con el rey visigodo Atanarico, ha actuado nuestro Ministro de Deportes y Presidente del Gobierno, Jose Luís Rodriguez Zapatero, con respecto a los "incómodos" partidos nacionalistas que una y otra vez, no hacen más que pedir más dinero mientras lo sostienen en el poder. De la misma manera que Visigodos, los partidos nacionalistas aparentan una tranquila convivencia con el país que los mantiene. Sólo un necio es capaz de pactar y alimentar a aquel que espera en tus fronteras un síntoma de debilidad para hacerse con un trozo de tu tierra.
Al igual que pasara en la antigua Roma, España esta destinada si mantiene esta senda, a una fragmentación definitiva que sera incapaz de contener.
Los ciudadanos y ciudadanas que vivimos en autonomías como la de nuestra Comunidad Valenciana, no debemos caer en el discurso regionalista que se hace desde la clase política autonomista, que quiere hacernos creer que hoy tenemos más voz que nunca, pues lo que están haciendo es limitarnos a ser meras herramientas en un sistema propicio para la corrupción y el empobrecimiento social.
El pueblo tenemos la capacidad y la obligación de cambiar el rumbo político que nos están imponiendo y ese cambio de rumbo comienza desde los Ayuntamientos más pequeños hasta los más grandes. Un cambio de rumbo que obligue al partido del gobierno a reconsiderar su postura y su manera de hacer política.